jueves, 8 de marzo de 2012

El valor de la humildad ayuda a las personas a contener la necesidad de decir o hacer gala de sus virtudes a los demás. Una personas que vive la humildad hace el esfuerzo de escuchar y de aceptar a todos. Cuando más aceptamos, más se obtendrá el cariño y reconocimiento, porque una palabra dicha con humildad tiene el significado de mil palabras agradables.
Humildad es aceptar las cualidades con las que nacemos o desarrollamos, desde el cuerpo hasta las posesiones más preciadas. Por tanto, debemos utilizar estos recursos de forma valiente y benevolente. Ser humilde es dejar hacer y dejar ser, si aprendemos a eliminar la arrogancia, reconocemos las capacidades físicas, intelectuales y emocionales de los demás. Por tanto, el signo de la grandeza es la humildad. La humildad permite a la persona ser digna de confianza, flexible y adaptable. En la medida en que somos humildes, adquirimos grandeza en el corazón de los demás.
El éxito en el servicio a los demás proviene de la humildad; cuanto más humildes, mayores logros obtendremos. No puede haber beneficio para el mundo sin la humildad. Una persona humilde puede adaptarse a todos los ambientes, por negativos que éstos sean; nunca dirán “no era mi intención decirlo”, según la actitud, las palabras reflejarán eso, entonces debemos cuidar nuestras palabras para no lastimar sin desearlo. Cuando expresemos una opinión debemos hacerlo con el corazón y mente abierta para aceptar las particularidades, la fortaleza y la sensibilidad de uno mismo y de los demás.
Para ser humildes, necesitamos ser realistas, conocernos a nosotros mismos tal como somos. Únicamente así podremos aprovechar todo lo que poseemos para obrar el bien. Siempre encontramos cosas en nuestra propia persona que no nos gustan, capacidades que no estamos aprovechando o cualidades que no estamos desarrollando. Lo importante es aceptar la situación e intentar luchar por superarse día a día.

usos de la humildad

Se reconoce ampliamente que la buena ciencia requiere algún tipo de humildad. Qué tipo de humildad se debe usar es algo más controvertido.
Consideren al creacionista que dice “¿Pero quién puede saber si la evolución es correcta o no? Es sólo una teoría. Deberías ser más humilde y abierto de miras.” ¿Es esto humildad? El creacionismo utiliza una inseguridad muy selectiva, negándose a integrar enormes factores de evidencias a favor de una conclusión que le parece incómoda. Yo diría que tanto si se llama a esto “humildad” como si no, es un paso en falso en el baile.
¿Y qué hay del ingeniero quien humildemente diseña mecanismos a prueba de fallos en la maquinaria, aunque está completamente seguro de que la maquinaria no puede fallar? Eso me parece un buen tipo de humildad. Históricamente, no son desconocidos casos en los que un ingeniero estaba completamente seguro de que una nueva máquina no podía fallar, y después ésta falló.

martes, 6 de marzo de 2012

La humildad es andar en Verdad. Una persona humilde es una persona ubicada. Y delante de Dios, la oblicuidad, por decirlo así, viene de la mano de la manifestación de la grandeza de Dios.
La humildad manifiesta genera como consecuencia la revelación de la pobreza de la persona. La grandeza de Su amor, nos muestra nuestra condición humilde. Pero Dios no nos violenta, cuando nos muestra la condición nuestra.
A ver, Dios no nos humilla, como lo entendemos nosotros. Aunque si nos regala la humildad, no nos humilla arrinconándonos, con la revelación que hace de Su grandeza y la consecuencia que trae esto de nuestra condición pobre. Al contrario, cuando es Dios el que nos muestra quiénes somos y cómo somos, nos alienta. Nos invita a crecer, a dar pasos para madurar.
Es muy importante esto, a la hora de querer buscar los caminos de humildad. Porque por ahí sentimos que, aún desde una espiritualidad deformada, que hay que humillarse. Sí, es verdad que hay que humillarse. Pero ¿delante de quién? Es delante de la presencia del Dios Vivo, donde se adquiere la verdadera humildad.
No es buscando la forma de violentarse a sí mismo, para generar la humillación. Esto último suele traer consecuencias bastantes graves. Y nos pone en riesgo de la verdadera humildad. Porque nos hace como perder la estima. Que es el lugar que fácilmente se cae, para confundir la humildad con esta baja percepción positiva de sí mismo. Que es la falta de autoestima.
La verdadera humildad, lejos de ponernos en condición de mismo valoración, nos hace estar en otro lugar, y nos hace querer bien. Nos hace amarnos bien. Porque es Dios quien regala esta condición. Y cuando Dios se manifiesta, lejos está Su presencia de generar desprecio por nosotros. Al contrario, mostrándonos lo peor que puede haber en nosotros, Su presencia es como una caricia que nos invita a ir hacia delante.

beneficios de la humildad

1. Al estar consiente de todas las cosas buenas que poseemos, ya no existe la necesidad de sufrir por la envidia hacia otras personas. Quien aprende a realmente ser humilde, logra vivir una vida más feliz.
2. Al estar en armonía con uno mismo, se está dispuesto a mostrar honor y aprecio hacia otras personas. Valorarse a sí mismo trae aparejado valorar a los demás.
3. La falta de humildad causa enojo y engendra peleas; la humildad crea serenidad y tranquilidad.
4. Con humildad se desarrolla la capacidad de admitir las equivocaciones, ya que se elimina el miedo a sentir que uno no vale nada. Al conocerse a sí mismo, la crítica se transforma en una posibilidad de crecimiento.
5. Con humildad, es más fácil perdonar a otros rápidamente.
6. Humildad es apreciar lo que tenemos, es tener conciencia de que todo es un regalo.
Ser humilde no implica tener ropas muy usadas y desgastadas, tampoco lo es el vivir en casas de cartón o madera con piso de tierra. Ser humilde es una virtud con la cual cada vez menos personas cuentan, ya sea por una mala educación o simplemente por el ritmo de vida actual, que dicta que el egoísmo es la única posibilidad de sobrevivir en un mundo muy

Aprender de los errores

Si ya se cometió un error aunque cueste reconocerlo, hay que mentalizarse en localizar cuál fue la causa de este y cómo se llegó a la solución, seguramente alguien ayudó a hacerlo. Agradecer la ayuda y procurar no hacer lo mismo en otra ocasión similar. Quien no aprende de sus errores, nunca crecerá.

Aprender de los errores

Si ya se cometió un error aunque cueste reconocerlo, hay que mentalizarse en localizar cuál fue la causa de este y cómo se llegó a la solución, seguramente alguien ayudó a hacerlo. Agradecer la ayuda y procurar no hacer lo mismo en otra ocasión similar. Quien no aprende de sus errores, nunca crecerá.

valores de la humildad

  • La Humildad se basa en el respeto a uno mismo
  • La Humildad hace desaparecer la arrogancia.
  • La Humildad da luz a nuestros objetivos.
  • La Humildad como valor permite trabajar con dignidad y sin egoísmo por un mundo mejor.
  • Una persona humilde escucha y acepta a los demás.
  • La Humildad permite estar estable y mantener el poder interior sin necesidad de controlar a otras personas.
  • La Humildad elimina el posesivismo que construye la arrogancia.
  • La Humildad permite que las personas sean buenas en el corazón de otras.
  • La Humildad crea una mente abierta y el reconocimiento de las fuerzas de uno mismo y de los demás.

jueves, 1 de marzo de 2012

EL VALOR DE LA HUMILDAD

La humildad es la fuente de toda grandeza. Ser humilde es tener autoestima. Es saber hasta cuanto puedo hacer y entender quien puede hacer algo mejor que yo. Y darle el espacio para que se desarrolle plenamente. El humilde mira a los demás con un brillo en los ojos y se regocija por su éxito. Es la persona que primero te estrecha la mano para felicitarte por una buena acción o un proyecto productivo. Y, automáticamente, tu le agradeces y lo tendrás siempre en tu corazón, pues el humilde vive en el corazón de todos y tiene uno de los mayores tesoros que existen, que es la amistad sincera.